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PURA TENSIÓN: No fue fácil convencer a Alfonso Alberto Labbé Salvo de que no se quitara la vida. Primero quiso hacerlo a lo bonzo y luego apuñalándose. El hombre es víctima de una tremenda depre. (Foto: Freddy Plomera)
El caso de Alfonso Alberto Labbé Salvo (35), quien trabaja en una ferretería, puede ser el de muchos compipas que se ven agobiados por las tramitaciones y rechazos de sus licencias médicas. La diferencia es que Alfonso llegó casi al límite y por eso quiso quitarse la vida a lo bonzo en la oficina de una Isapre en Temuco (Isapre VidaTres) y que, curiosamente, no era la que está afiliado.
El hombre llegó a las instalaciones de Banmédica, a pesar de que cotiza en Vida Tres, y luego de más de dos horas de negociaciones fue reducido y finalmente internado en el Hospital Regional, ya que atraviesa por un profundo cuadro de depresión mayor. La enfermedad le fue detectada a principios de este año y es la que le originó sus mayores problemas.
Tramitaciones
Reclamó que lo han tramitado en la mayoría de las licencias que ha presentado, varias de las cuales le han sido rechazadas. "Mi Isapre ha cuestionado todas mis licencias médicas, reduciéndolas o rechazándolas, pero nunca pagándolas como corresponde", denunció.
Contó que una de ellas le fue rechazada por la propia directora del Compin, doctora Marcela Godoy, porque "a su juicio el informe de mi médico tratante es ilegible".
Cansado de todo lo que le ha ocurrido decidió quemarse en vida, para lo cual se roció con combustible en el interior de
Labbé Salvo ha apelado a los rechazos de sus licencias "y con mucho más paciencia he esperado las resoluciones que demoran entre un mes y medio y dos meses".
Tras persuadirlo de que depusiera su actitud se entregó a al policía.
Argumentó a la salida que en las tramitaciones y rechazos hay responsabilidades compartidas entre
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