Recientemente fuimos informados de un acontecimiento que nos conmocionó por la magnitud sicológica de la actitud de Alfonso Labbé. Un trabajador de clase media, padre de familia, responsable y trabajador como muchos padres de familia de la región. Sin justificar su actitud extrema, paso a referirme a algunos aspectos del sistema actual de salud privada.
La casi totalidad de las opiniones captadas por El Diario Austral muestran la gran disconformidad de la población regional del servicio de salud privada que administran las Isapres. Revisando las estadísticas de
Lo que ocurre, es un mecanismo más de nuestro sistema económico de concentración de la riqueza, en desmedro y empobrecimiento del ciudadano común, principalmente de la clase media. Lo preocupante es saber quién le pone coto al problema. Todos sin duda somos responsables para que esto siga sucediendo, pero fundamentalmente la responsabilidad es de los empresarios que concentran esta riqueza y sus valores, del gobierno que ha sido incapaz de corregir estas groseras imperfecciones y de los legisladores que en la comodidad de sus sillones parlamentarios, debieran de una vez por todas hacer algo al respecto. Las cifras económicas, con holgura permiten dar una solución de fondo.
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